Los debates no se celebran siempre, solo en algunas sesiones, excepcionalmente.
Días antes de la sesión, piensa y elige los temas sobre los que deberán debatir los “afortunados” elegidos. Si existe tema del día, es ideal si los temas de los debates se relacionan con ese tema del día, pero esto no es imprescindible.
Prepara al menos 3 temas: se suelen hacer 2 debates, pero según cómo vayamos de tiempo, puede ser necesario alguno más (te lo indicará el moderador).
A diferencia de los evaluadores temáticos, tú no tendrás 2 intervenciones, una para presentar tu rol y otra para desarrollarlo, sino que harás ambas cosas juntas.
Explica tu rol para que lo entienda incluso quien acude a la sesión por 1ª vez:
- explica que a continuación alguno de los asistentes practicará no solo el hablar en público, sino que lo hará improvisando, y debatiendo con otra persona sobre un tema.
- recuerda los tiempos, para los debatientes y especialmente para el responsable del tiempo. cada debatiente tiene una primera intervención con un tiempo de:
- 0’30’’: verde, mínimo
- 1’00’’: amarillo, medio
- 1’30’’: rojo, máximo
- Al terminar ambas intervenciones, ambos tienen una réplica de 0’30’’ (rojo).
No pidas voluntarios: elige a tus víctimas. Elige a socios que no tengan rol ese día. Si no te sabes su nombre, pídele que salga señalándole con el dedo.
Para que la improvisación al debatir sea tal, las “víctimas” tienen que conocer el tema a desarrollar cuando ya están en el escenario, justo al quedarse solos frente al público. Si dices el tema antes de eso, habrá tiempo para elaborar mentalmente el discurso, y por tanto no servirá para practicar la improvisación al debatir, que es el objetivo.
A diferencia de los improvisados, los debates no se evalúan por el promotor de los mismos.
Al terminar tu evaluación, despídete y devuelve la palabra al moderador